Cómo mejorar el rendimiento deportivo con la alimentación

La nutrición, el secreto detrás del rendimiento

La alimentación es el combustible de tu cuerpo. Si entrenas duro pero no comes bien, estarás limitando tu progreso.
Una nutrición adecuada puede marcar la diferencia entre entrenar bien o entrenar al máximo.
Tanto si eres ciclista, corredor o simplemente te gusta mantenerte activo, este artículo te ayudará a entender qué comer antes, durante y después del ejercicio para rendir al 100 %.

1. Alimentación antes del entrenamiento

El objetivo previo al entrenamiento es llenar tus reservas de energía (glucógeno) y evitar molestias digestivas.
Opta por alimentos ricos en carbohidratos complejos, fáciles de digerir y bajos en grasa:

  • Avena con plátano
  • Pan integral con miel o mermelada
  • Arroz blanco con pollo
  • Yogur con frutas

📌 Consejo: come entre 2 y 3 horas antes de entrenar y evita alimentos muy grasos o ricos en fibra justo antes del ejercicio.

2. Durante el entrenamiento

En sesiones largas (+90 min), necesitas mantener la glucosa y la hidratación.
Incluye:

  • Agua o bebida isotónica
  • Barritas o geles energéticos
  • Plátano o dátiles

👉 Si entrenas menos de una hora, el agua suele ser suficiente.

3. Alimentación post entrenamiento

Después del ejercicio, el cuerpo necesita recuperar energía y reparar el músculo.
Las mejores opciones son las que combinan proteína + carbohidrato:

  • Yogur griego con avena y fruta
  • Batido de leche con plátano y cacao puro
  • Arroz con salmón o huevo

No olvides rehidratarte: el agua o el agua con un poco de sal ayudan a reponer electrolitos.

4. Micronutrientes que marcan la diferencia

Además de proteínas y carbohidratos, hay vitaminas y minerales esenciales para el rendimiento:

  • Hierro: transporta oxígeno (carnes magras, legumbres)
  • Magnesio: reduce calambres (frutos secos, plátano, espinacas)
  • Vitamina D: mejora fuerza y recuperación (exposición solar, pescados grasos)

5. Planifica tus comidas y descansa

El rendimiento no solo depende de lo que comes, sino también de cuándo.
Evita entrenar con el estómago vacío y respeta el descanso: el músculo crece fuera del gimnasio, no dentro.

Comer bien es entrenar mejor. Una alimentación planificada te ayuda a rendir más, recuperarte mejor y prevenir lesiones.
Recuerda: la constancia en tus hábitos es más importante que cualquier suplemento.

Empieza hoy tu plan con un nutricionista

Si quieres mejorar tu alimentación, perder peso, ganar rendimiento deportivo o resolver molestias digestivas, puedo acompañarte con un plan realista y adaptado a tu vida. El primer paso es sencillo: reservar tu consulta y empezar a cambiar tus hábitos desde hoy mismo.

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